Por Ignacio Segurado, periodista e historiador.
Cristina Amor ha publicado recientemente La espada del Rey, su primera novela. En esta breve entrevista nos desvela algunas de las claves, dificultades y retos a los que se enfrenta en un escritor novel.
Su primera novela, ¿no? ¿Qué le llevó a ambientarla en la Francia Medieval?
Sí, la primera. Un momento histórico concreto. Quería hablar de personas, de voluntades que se someten ante un tercero, de renuncia y sacrificio y el cambio de dinastía que se produjo en Francia daba mucho juego para todos esos temas. Además no quería que fuera una historia patria, prefería que la atención se centrara en los personajes y no en el lugar donde se desarrollaba la trama. Creo que son más creíbles vistos desde la distancia.
¿Algún consejo para alguien que tenga una primera novela en mente y no sepa por dónde tirar?
Que se deje llevar, una vez das el primer paso ya no puedes parar. Y una vez que se tiene la novela, ¿a dónde acudir? Primero al Registro de la Propiedad Intelectual a registrarla, después, depende de lo que se quiera. Para aquellos que quieran publicar, elaboraría un pequeño dossier con los datos del autor y de la novela y lo enviaría por email a algunas editoriales. Si están interesadas se pondrán en contacto contigo para pedir que les envíes el original y después...el sueño se convierte en realidad si les gusta. A todos los que tengan un proyecto en la cabeza les desearía suerte y les animaría a luchar por alcanzar ese sueño.
¿Cómo ve el panorama del best seller en España? ¿No cree que existe un excesivo afán por novelizar el pasado?
Es más fácil novelizar el pasado que el futuro. Normalmente yo sólo puedo escribir cuando sé cómo termina la historia, sabiendo el final puedo encontrar el principio. El final del pasado es el presente, el del futuro no lo conozco y es mejor escribir sobre lo que se conoce que sobre lo desconocido.
¿Cómo fue el proceso de recopilación de información?
Fue lo más trabajoso de todo y ralentizaba mucho mi ritmo de trabajo. No sólo tienes que buscar datos sobre el hecho histórico que estás narrando, también sobre los hábitos alimenticios o de higiene de la sociedad de la época, los utensilios que usaban para cocinar o construir sus casas o incluso sus métodos anticonceptivos. Era un trabajo diario y constante
¿A qué tipo de fuentes acudió para situar fidedignamente la historia?
En internet puedes encontrar prácticamente de todo y sin salir del salón de tu casa. Fue mi mayor fuente de información, aunque no la única.
¿Qué es más difícil de desarrollar, la imaginación o la veracidad?
La veracidad. La imaginación ofrece una serie de recursos que no proporciona la realidad. Cuando escribes ciñéndote a unos hechos has de respetar ciertos límites, intentar ser prudente. Con la imaginación ocurre justo lo contrario, cuando dejas que vuele en libertad desaparecen todas las barreras.
¿Está trabajando ya en alguna nueva obra?
Cuando el tiempo me lo permite
¿Seguirá por el camino de la novela histórica?
De momento no. Quiero abarcar otros estilos y poder escribir sin tener que ceñirme a unos hechos determinados.
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