lunes, 17 de marzo de 2008

Sebastían Roa nos habla de la novela histórica



Por Mario Escobar, escritor e historiadorSebastían Roa es un escritor autodidacta, que persigue sus sueños con vehemencia. Cada novela es para él más que un reto, un pedazo vivo de su manera de entender la vida. En esta entrevista, descubrimos algo más de su carácter su pasión por la historia. El caballero del Alba es tu segunda novela, ¿te costó mucho comenzar un nuevo proyecto?
En realidad me costó más decidirme a afrontarlo que trabajarlo. Mi gusto por la novela histórica es casi superado por el respeto que me merecen quienes la escriben. Pensar en la labor de documentación y en el panorama de que personas avezadas examinaran mi obra con lupa me daba un poco de miedo; más aún al afrontar una leyenda como la de Los Amantes de Teruel, tema que ha sido muy tratado y a cuyo alrededor existe una amplia colección bibliográfica, tanto en ensayo como en teatro o poesía. Al final decidí tirarme a la piscina porque la historia de Los Amantes es demasiado atractiva como para no escribir sobre ella, aún más para mí.

Dos novelas de temáticas tan diferentes, el thriller y al novela histórica, ¿en qué género te sientes más a gusto ?
Ambas han sido muy gratificantes. Probablemente me sentí más a gusto escribiendo El Caballero del Alba por las implicaciones personales y porque, aunque parezca mentira, esa pequeña «veteranía» que te da la segunda novela te permite disfrutar más del proceso. Atendiendo al resultado, a mí particularmente me gusta más El Caballero del Alba, pero sé que siempre guardaré un recuerdo muy entrañable de Casus Belli, mi primera novela.
En cualquier caso sigo siendo un aficionado, alguien que escribe con mucho sentido del amor propio pero que lo hace por divertirse. Con toda probabilidad seguiré picando aquí y allá, desplazándome de este a aquel género hasta que compruebe cuál de ellos me atrae más.

La Reconquista es sin duda una época apasionante, ¿por qué hay tan pocas novelas sobre ese periodo?
Supongo que es cuestión de tendencias y, por qué no decirlo, de comodidad. La Edad Media española es apasionante pero al mismo tiempo complicada: las fuentes son escasas en comparación con otras épocas y su fiabilidad está comprometida en muchas ocasiones. Aparte de ello sigue habiendo muchas personas (incluyendo a lectores y —supongo— escritores de novela histórica) que prefieren obviar la Reconquista porque la ven desde una óptica actual, y ciertamente la Reconquista es una época muy susceptible de manipulación política y muy poco grata para presentar de forma acorde con los valores modernos. Por último pienso que, con todo, el Medievo aún no ha sido capaz de desprenderse de esa tradicional etiqueta de época oscura y poco atractiva.

El protagonista es un caballero segundón, que vive de la guerra ¿era la sociedad medieval tan violenta cómo creemos?
Tanto y más. Estamos acostumbrados a la visión de la guerra moderna, principalmente por el enfoque que de ella nos ha dado el cine. Las masacres entre trincheras de la Gran Guerra o los bombardeos estratégicos de la Segunda Guerra Mundial eran verdaderas carnicerías que nos ponen los pelos de punta; por el contrario, nuestra perspectiva de la guerra medieval está más cercana a los cantares de gesta, a los combates singulares entre caballeros y a una visión romántica que a duras penas consigue transformar el cine actual.
Sin embargo la guerra medieval era, salvando las distancias, mucho más cruel y mortífera que la actual, y desde luego bastante más frecuente. El hecho de no disponer de medios o tecnología como la pólvora o la aviación no salvaba al combatiente medieval de estar expuesto a la muerte o a la mutilación en batalla o en el alcance posterior, a ser ejecutado como perdedor o, con suerte, ser vendido como esclavo. Esto puede extrapolarse a las poblaciones civiles de las ciudades asediadas —en realidad el asedio era técnica muchísimo más usada que la batalla campal—. Exterminar a toda la población de una villa conquistada era cosa normal, ello por no hablar del hambre o las enfermedades entre los pobres habitantes de las ciudades sitiadas. Definitivamente sí: la Edad Media era muy violenta.

¿Cuál es su próximo proyecto?
En realidad ha pasado ya más de un año desde que terminé El Caballero del Alba. En ese tiempo he trabajado en un par de novelas de corte policiaco, aunque el proyecto al que más tiempo estoy dedicando en estos momentos es una nueva novela histórica localizada en los primeros años del siglo XIV. Es una época fascinante en la que la Corona de Aragón era una auténtica potencia mundial que dominaba prácticamente todo el Mediterráneo.Muchas gracias por tus respuestas y tu tiempo. Esperamos que la próxima novela histórica nos apasione tanto como El Caballero del Alba.


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